Como empezar a correr
después de la cuarentena
Aunque las podríamos extrapolar a cualquier tipo de actividad
física, en este artículo voy a intentar
explicar las pautas que debemos seguir, para volver a correr después de un
periodo de inactividad, en este caso particular ocasionado por la cuarentena
debida al COVID-19. Como digo, nos
centraremos en la vuelta a la carrera o
la puesta en marcha de
la misma, aunque también tocaremos algo de la vuelta a la actividad en
el caso de un ciclista amateur. Aclarar, que solo serán unas pinceladas ya que
el caso de esta actividad, lo
abarcaremos más detalladamente en un posterior artículo.
Comencemos haciéndonos la siguiente pregunta ¿Cómo debo volver a correr en la calle
después de la cuarentena?
Lo más importante de todo es controlar nuestra euforia,
nuestras “ganas” de volver al asfalto (camino) pueden ocasionarnos lesiones a nivel muscular,
articular, ligamentoso o tendinoso, sin
hablar de daños a nivel del sistema circulatorio; es decir, en nuestro corazón,
que como un músculo más que es, también debe de ir acostumbrándose poco a poco
a la actividad si queremos evitar “sustos”.
¿Porque digo lo de
evitar la euforia?
Lógicamente ahora salimos muy motivados y es muy frecuente en personas que
hayan estado entrenando en casa, bien spinning, core, comba, fuerza, etc, salir
a correr y tener buenas sensaciones a
nivel general. Esto incluso se
puede dar en personas, que eran activas antes de la cuarentena, pero
que en ésta, han estado inactivas. La aparición de agujetas
será inevitable, pero si no lo controlamos, aparecerán lesiones por esa falta
de hábito que pueden hacernos ralentizar nuestra vuelta a la normalidad.
Antes de explicar los diferentes casos concretos, voy a señalar unos conceptos generales tanto
para los que se inician en el running, como para los que no.
·
Usar
las zapatillas con más amortiguación que tengan, siempre hablamos obviamente, de
zapatillas de running, ya que no cualquier zapatilla nos vale, y menos para el asfalto. Ahora, como digo, debemos evitar
zapatillas rápidas con poca amortiguación.
·
Usar
un pulsómetro con banda, evitar los que no la llevan dado que no se pueden
considerar fiables a la hora de aportarnos los datos de las pulsaciones.
·
Intentar
salir a “rodar” (trotar, correr) por caminos o césped y evitar todo lo posible
el asfalto, ya que aquí el impacto en articulaciones es mayor. Obviamente, siempre que se pueda ya que no es fácil, y menos si vives en una gran ciudad,
poder
disponer de caminos.
·
Evitar
acumular metros positivos ahora, es decir, no hacer cuestas o subir a la
montaña, en esta etapa buscaremos rodajes
llanos.
·
Trabajar
en pulsaciones adecuadas, buscaremos un trabajo aeróbico (zona 3
aproximadamente, aunque esto lo iremos viendo en posteriores artículos)
·
Evitar
las horas de calor será lo más prudente. Estamos teniendo temperaturas muy
altas, así que lo que ya sabemos, gorra, hidratación etc.
Como mejor se entienden las cosas, bajo mi punto de vista, es
poniendo ejemplos. Pero antes de pasar a
exponerlos, quisiera recalcar una vez más,
que éstos, son generales y que luego cada deportista tendrá que adaptárselo a
uno mismo, es decir, individualización (principio
del entrenamiento que también comentaremos en un futuro próximo).
Primer caso: persona
que durante la cuarentena no ha realizado ningún tipo de actividad física.
Más concretamente aquella persona que no practicaba nada de deporte ni antes, ni durante la
cuarentena, pero que ahora se ha animado a comenzar a trotar. En este caso le
recomendaría salir días alternos, es
decir, uno si uno no, de 20 a 30 minutos y hacer cocos.
¿Y qué es esto de los
cocos? Pues fácil, ando 5 minutos y corro 5 minutos, así hasta cumplir con los
20-30 minutos establecidos. Si 5 y 5 es mucho, bajaríamos a 3 y 5, no importa, poco a
poco se irá aumentando este tiempo.
Por lo general, debemos
mantenerlo durante dos semanas y luego pasar a cocos más largos, ando 5 corro 10, para ya en la quinta
semana incluir carrera continua.
No obstante, lo óptimo para este tipo de personas es que se
pongan en manos de un profesional, un entrenador personal, que les vaya
pautando esta actividad física en función a sus características, tiempo,
posibles patologías…
Segundo caso: persona
activa antes y durante la cuarentena pero que no ha podido correr ni hacer spinning,
elíptica o similares durante la misma pero si algo de fuerza y core.
Igual que en el caso
anterior, podemos entrenar días alternos,
uno si uno no, aunque también hacer dos
sí y uno no, por ejemplo, lunes y martes corro, miércoles
descanso, jueves y viernes corro y sábado descanso así sucesivamente. Lo dejo a
la elección de cada uno.
El concepto del entrenamiento será el mismo, las dos primeras
semanas rodar, disfrutar de estos momentos de libertad, trotes de 20-40 minutos trabajando siempre en
llano sin acumular metros, sin cambios de ritmo y en zona aeróbica.
En la tercera y cuarta semana podemos aumentar un poco el
tiempo de rodaje entre 40-60 minutos, y si queremos, para que se haga más ameno,
podemos hacer pequeños cambios de ritmo (tipo
fartlek) pero muy suave. No es un trabajo
de series, pondré un ejemplo: rodar
a 6’/km (o a 5´/km, cada uno a lo que
ruede) y durante 30 segundos apretar
a 5´50´´/km, es decir, pequeños cambios de ritmo. Pero
ojo, si tú disfrutas rodando siempre al mismo ritmo… perfecto ahora se trata de
disfrutar.
Tercer caso: persona
que ha podido hacer trabajos de fuerza, core, spinning e incluso correr en la parcela o cinta. Al igual que en la desescalada, podíamos decir que
este corredor va un par de fases por
delante con respecto a los anteriores.
Primera semana muy parecida a los anteriores, rodar
a ritmo suave 30-40 minutos.
Segunda semana aumentamos el tiempo 50-60 minutos,
con pequeños cambios de ritmo como los ya mencionados.
En la tercera y cuarta
semana incluimos algo más
de intensidad y de cambios de
ritmo más potentes de 1 o 2 minutos recuperando al trote o andando.
NOTA: aquí es recomendable trabajar dos
días si uno no y el día después de incluir las series hacer rodaje extensivo. Nunca dos
días seguidos de series.
En todos los casos desde el deportista inactivo al más
activo, la prudencia debe ser la que reine ahora este primer mes, aunque las sensaciones sean buenas. Debemos
darle tiempo a la musculatura a
acostumbrarse de nuevo al asfalto y así evitaremos lesiones. Como comentaba al
principio, las agujetas no tienen porque ser malas, al contrario, pero pueden
pasar a ser sobrecargas, tendinitis, etc.
lo que al final nos retrasará aún más nuestra puesta en marcha, o lo que
es peor, pondremos en riesgo nuestra salud.
Antes de finalizar voy a daros unas pautas para los que les
guste la bicicleta como a mí; la prudencia será de la
tónica general, de nuevo las ansias
de rodar, de juntarnos con “la grupeta” (que de momento no se puede) y de notar el viento en la cara (esto ya se va pudiendo)
nos puede jugar una mala pasada. Deberemos seguir las siguientes premisas:
·
Rodajes
fáciles por terrenos llanos sin acumular metros.
·
Intentar
que sean salidas a ritmo constante y un poco más bajo de lo habitual, es decir,
bajar la media de velocidad, por ejemplo, si sacábamos medias de 25km/h bajar a
22km/h.
·
Buscar
una cadencia más bien alta para favorecer el riego sanguíneo y evitar la
acumulación de ácido láctico.
·
Cambiar
frecuentemente de posición durante la ruta: ponerse de pie,
cambiar las manos de posición en el manillar, etc.
·
Ser
prudentes con la distancia y tiempo en función al estado de forma de
cada uno. Más vale quedarse corto que
lesionarse.
En fin, espero que
después de estas letras haya podido resolver posibles dudas y ayudado a que la vuelta a la esperada normalidad, en
este caso deportiva, sea lo más segura y confortable posible.
Gracias un abrazo; ¡Deporte y Salud!
Joaquín Planelles
Serrano
Licenciado en Educación
Física-Entrenador Personal
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