En esta ocasión toca hablar de bicis, más concretamente hablaremos de la importancia de pedalear de una manera adecuada. Aunque ya hemos recalcado en algunas ocasiones, que el practicar ciclismo en cualquiera de sus modalidades es una actividad segura dado que no implica impacto en las articulaciones; si lo hacemos incorrectamente puede generar muchas lesiones.
Este articulo trata de poner de manifiesto algunos de los
errores más comunes que todo ciclista novel, y no tan novel suele cometer en
alguna ocasión. A su vez trataremos de dar luz, como siempre, con algunos
consejos que hagan más llevadero este deporte.
1. La posición de las calas: llevar las calas bien colocadas va a ser fundamental para
imprimir el máximo de potencia y rendimiento sobre el pedal. Por el contrario
si no las llevamos bien puede ocasionar lesiones en diferentes partes del
cuerpo como rodilla, tobillo e incluso cadera.
¿Qué pasa si llevamos las calas demasiado adelantadas?
Pues que se nos cargará mucho el gemelo y también se nos dormirán los
dedos de los pies.
¿Y si las llevo muy atrasadas? En este caso serán los isquios los que sufrirán mucho además
de que puede verse afectado el riego sanguíneo en el pie y terminara echándose una
siesta, es decir, se nos dormirá.
Además de esto debemos tener en
cuenta el ángulo que permite girar el pie la cala ya que esto puede afectar a
nuestras rodillas, pero de esto hablaremos en otra ocasión cuando veamos los
tipos de pedales y sus características.
2. La altura del sillín: hemos topado con el más común de los errores, y no olvidemos que es
fundamental ya que gran parte de la eficiencia esta en este aspecto. Así que
vamos a ver que altura debemos llevar y cuáles no. Empecemos por cual será, en
general, la altura óptima. Podemos decir que la altura óptima será cuando
estemos sentado en el sillín y llevando el pedal a su parte más baja del
pedaleo es decir a las “6” de un reloj, y apoyando el talón tengamos la pierna
estirada casi completamente. Así cuando coloquemos el pedal en el metatarso nos
quedara un pedaleo seguro.
¿Qué pasa si llevo el sillín demasiado
alto? Esto es un
error no solo de novatos sino que muchos ciclistas experimentados y sobre todo
cuando cambian de montura lo cometen y aquí la consecuencia será dolor en la
zona lumbar, posible también en la rodilla al encajarse en cada pedaleo y
balanceo sobre el sillín con las consiguientes rozaduras.
¿Y qué pasa si lo llevo demasiado
bajo? Bueno aquí el
pedaleo pierde aún más eficacia, forzamos mucho la zona de la rodilla y puede
aparecernos la tan temida tendinitis rotuliana
3. Altura del manillar; he aquí otro grande entre los
grandes, sobre todo en bici de carretera este suele ser un aspecto muy
importante. La altura debe respetar unos parámetros en los cuales los ángulos
de pedaleo no se vean afectados, eso por un lado, y por otro que no nos
provoquen molestias en la espalda o el cuello.
Tendemos
a fijarnos en los ciclistas profesionales y cortar “a ras” el manillar, hemos
de tener en cuenta que no somos profesionales, no tenemos su flexibilidad y
tampoco la exigencia de buscar una aerodinámica extrema.
El
llevar un manillar muy bajo puede implicar ineficacia en el pedaleo al no tener
flexibilidad suficiente y también dolor en la zona lumbar.
Debemos
por tanto buscar una altura cómoda en función de nuestra disciplina y características.
4. Seguimos con el manillar, ¿Qué pasa con la anchura del mismo? Pues
que igual que todo hay que adaptarlo en este caso a la anchura de nuestros
hombros ni muy estrecho ya que puede originar dolores en la zona cervical, ni
muy ancho ya que perderemos control de nuestra máquina y dolores en los codos y
muñecas al no ir bien posicionadas.
5. ¿Qué pasa con los desarrollos? Bien, esto daría para unas cuantas clases particulares, “las
marchas” debemos usar las para llevar
una cadencia más o menos de 70 0 90. No ir ni muy atrancados, que implicara un
mayor desgaste muscular, ni por el contrario haciendo “molinillo” que nos
provocará, por un lado un aumento de la frecuencia cardiaca y por otro lado ir
dando botes en el sillín.
6. Por ultimo hablemos de las zapatillas, puede parecer que
encima de la bici no son importantes pero pensemos que son nuestro nexo de
unión con los pedales y por tanto influirán en nuestra comodidad y rendimiento.
Aquí lo más
importante es que sean cómodas y con una orma y talla adecuadas, así evitaremos
que se nos duerman los pies, recordemos que 3,4 o 5 horas encima de la bici
cada detalle cuenta.
Como siempre terminamos con una recomendación en este caso será
la de acudir a un biomecánico para que nos adapte la bicicleta a nuestra fisionomía
para así no solo estar seguros de que nuestro rendimiento va a ser optimo si no
de que no estaremos poniendo nuestra salud en riesgo.
Joaquín Planelles
Serrano
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